
Montessori de la Condesa trabaja siempre con grupos mixtos de pequeños, medianos y grandes, es decir, es multigrado; da la bienvenida a la diversidad cultural, racial, socio económica, de género, sexual y religiosa; respeta las diferencias e incluye, en la medida de sus posibilidades, a niños con capacidades diferentes.
Sus herramientas son conocidas como material de desarrollo, ya que no es un sistema didáctico, sino que se preparan ambientes en donde los adultos son facilitadores del aprendizaje, por eso se les conoce como Guías. La mayor parte del material Montessori posee su propio control de error, va de lo concreto a lo abstracto, de lo sencillo a lo complejo, y confía en la repetición de su uso para que sean los propios niños quienes elaboren las estructuras en las que recaerá el desarrollo de sus habilidades, su aprendizaje y conocimientos.
Comunidad Infantil


Casa de los Niños
Es lo que en el sistema tradicional corresponde a preescolar, es decir, para niños de los tres a los seis años. El niño perfecciona las habilidades adquiridas en la etapa anterior, explora el mundo a través de sus sentidos y se pregunta constantemente ¿qué es….?
A través de su experiencia, y realizando sus propios procesos, construye sus primeros conocimientos.
Las áreas que se encuentran en ella son: Vida Práctica, Sensorial y Áreas Culturales, Lenguaje y Matemáticas, a las que sumamos un área de Inglés como segundo idioma, con un maestro de tiempo completo integrado en el grupo, que sin traducciones favorece un proceso naturalmente bilingüe. Incluimos sesiones de Meditación, Huerto, Yoga, Música, pláticas de Biología y Educación Física para los grandes.
Contamos con 3 ambientes para un grupo de aproximadamente 30 niños cada uno, a cargo de un(a) Guía, un(a) Asistente y un(a) Maestro de Inglés.
Taller I y II

El hombre que no vive en un ambiente apto, no puede desarrollar normalmente todas sus facultades, ni puede escrutar en el fondo de su alma para aprender a conocerse. Una de las principales tareas impuestas a la educación moderna es, justamente, la de desarrollar el instinto social del niño, despertando en él las tendencias de vivir socialmente con sus semejantes.